Monday, October 28, 2019

75 años con cristo sembrando vida y esperanza"





                                 CRONOLOGÍA EPISCOPAL













 


              VISITANDO LUGARES SANTOS: PARROQUIA"CRISTO REY"









1.- ¿ LA VISITA AL TEMPLO CRISTO REY TE AYUDO A CONOCER TU DIÓCESIS? FUNDAMENTA TU RESPUESTA.

Congreso Diocesano 2019
La imagen puede contener: una o varias personas y multitud





¿porque no celebrar hallowen?


La celebración cristiana de Todos los Santos, de donde deriva “All-Hallows-Evening”, o “All-Hallows”, el actual “Halloween”, es una fiesta cristiana que se celebra desde el siglo octavo. No obstante, hoy en día, la fiesta de Halloween es una fiesta con elementos que en nada remiten ya a la fiesta cristiana de Todos los Santos, sino que toma elementos paganos y ligados a los muertos y lo monstruoso. Por esta razón no es adecuado celebrar este tipo de fiestas, participar en ellas, o alentarlas, al ser un culto contrario al verdadero y único Dios, Señor de vivos y muertos, verdadero Señor de la naturaleza y de toda la creación.

1. ¿Tiene la fiesta de Halloween un origen pagano que fue posteriormente borrado por el cristianismo para introducir sus fiestas de todos los santos y de los fieles difuntos?

La verdad es que no, todo lo contrario. La fiesta fue cristiana en su origen. Halloween es una palabra que aparece por vez primera en el siglo XVI, en concreto en el año 1556, y es una variante escocesa de “All-Hallows-Evening”, o sea, la noche anterior al día “All Hallows”, que significa “Todos los Santos”.

Los movimientos neopaganos quieren hacernos creer que Halloween procede de la fiesta pagana de Samhain, una fiesta gaélico-celta, -cuya mención primera es del siglo X d. C- que se celebraba siguiendo los movimientos lunares. Nuestras fiestas cristianas siguen los calendarios provenientes del imperio romano, que son los que usamos, así el calendario juliano, o el actual, el gregoriano, que usamos en España y en muchos países de Europa desde el año 1582 (el resto de países se fueron adecuando a él en fecha posterior).

La fecha de esta fiesta celta, Samhaim, -que las corrientes neopaganas pretenden rescatar y decir que existía antes, y que es la base de las fiestas cristianas del 1 de noviembre (Todos los Santos) y colateralmente, la del 2 de noviembre (Todos los Fieles Difuntos)- se celebraban en fechas lunares. Así, para este año 2012 tendrían que buscar la siguiente luna llena al día que media entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.

Es decir: la fecha entre el equinoccio de otoño, que cae el 22 de septiembre para el 2012, y el solsticio de invierno, que es el 21 de diciembre para el año 2012; siendo el día mitad el día 6 de noviembre. La lunación (luna llena) siguiente a esta fecha no ocurre hasta el 28 de noviembre. Esta fecha, 28 de noviembre, sería el día en que los celtas o neopaganos deberían tener en cuenta para su fiesta.

Así, los seguidores del neopaganismo no deberían usar la fecha solar del 1 de noviembre o de la noche del 31 de octubre anterior para celebrar sus fiestas, pues niegan sus propios calendarios usando fiestas que no les corresponden y son de origen cristiano.




2. ¿Tiene así la fiesta de Halloween un origen cristiano?

La fiesta de “All-Hallows-Evening”, o de “All Hallows”, que podemos traducir por “Todos los Santos” es una fiesta cristiana. Si bien no hay un origen celta ni pagano como acabamos de ver, tampoco lo hay romano, como a veces se dice, queriendo ligar esta fecha a la fiesta de la diosa romana Pomona, o del dios etrusco Vertumnus.

Será en torno al año 609 D.C., cuando la fiesta surgió, debido a la dedicación del antiguo Panteón romano, como iglesia cristiana, por parte del papa Bonifacio IV, dedicada al a Virgen María y a todos los Mártires. No obstante, la fecha inicial de la fiesta fue en el siglo VII el día 13 de mayo. Al parecer, la fiesta del 13 de mayo vendría a cristianizar la fiesta de Lemuria, festividad de los romanos.

S. Efrén el Sirio en el siglo IV atestigua que la Iglesia de Oriente celebraba en el día 13 de mayo la fiesta de Todos los Mártires, si bien también en aquellas regiones a veces se tomaba para ello el domingo tras Pentecostés o el Viernes Santo.

Será el papa Gregorio III en el siglo VIII quien movió la fiesta desde el día 13 de mayo al día 1 de noviembre, ligada ahora a todos los Apóstoles, todos los Mártires y Confesores, y todos los Santos o Justos de la Iglesia, al dedicarles un oratorio en el actual emplazamiento de la Basílica de San Pedro, según algunos autores el día 1 de noviembre. Sea o no sea esa la fecha en la que ocurrió dicha dedicación, sabemos que el Pseudo-Beda afirmaba que ya a principios del año 700 en algunas zonas de las islas Británicas se celebraba la fiesta el día 1 de noviembre. Así, en Irlanda se celebraba el día 20 de abril.

El reconocimiento final y completo en su extensión, no sólo ya de la diócesis de Roma, llegaría con el papa Gregorio IV en el año 835 cuando pidió al rey-emperador Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, que marcara la fiesta en el día 1 de noviembre para todo el Imperio Sacro, posiblemente por influjo de las zonas británicas que ya lo celebraban ese día.

3. Entonces, y tras ver el modo paganizado como se vive hoy la fiesta de Halloween, ¿es malo celebrarla?

Halloween es una fiesta del paganismo, celebra cambios de estaciones, entrada en la oscuridad tras el paso por la mitad luminosa del año, también pretende protegerse ante los muertos, que pudieran cometer contra los vivos algunos actos malvados. Es fiesta así que une aspectos de magia, fertilidad, cambio de ciclo, agradecimiento por los meses luminosos del año, y petición de protección ante los meses de oscuridad.

Los practicantes en el neopaganismo han vuelto a una fiesta y a una religiosidad que de nuevo coloca al hombre dependiente de la naturaleza creada. Alejándose de la religión cristiana que muestra a Dios como Señor de la Creación y a su Hijo Jesucristo, Dios y hombre verdaderos, como ante quien todo se somete, no hacen sino volverse a la oscuridad y a los miedos de las antiguas religiones. Los cristianos debemos de llevarles con nuestras palabras y actos la Buena Noticia de que Cristo, la Luz verdadera, ilumina todo lo existente, incluido el sentido del hombre, y Dios es Providencia y Padre nuestro.

No obstante, la mayoría de quienes viven esta fiesta lo hacen por influjo grupal, social, por el peso de los medios televisivos… en definitiva, por la cultura del momento, alentada por el consumismo y sus métodos de marketing. Pero hemos de ser consciente de qué celebramos y en qué participamos, pues todo acto en el ser humano es importante, también nuestro ocio y nuestros momentos celebrativos. Somos para la gloria de Dios.

Cuando se trata de niños, muchos se disfrazan porque todos lo hacen en colegios, en el barrio, o en la fiesta infantil. Para un niño pequeño que se deja llevar por lo que ve y le dicen en el colegio o en el ambiente, culpa no hay. Sí en los adultos, principalmente de sus padres, que debieran vigilar en qué celebraciones participan sus hijos, las cuales inciden en aspectos de horror, miedos, sangre, monstruos y elementos del imaginario gore y satánico. Todo ello modelará la personalidad del niño.

Como decía en el año 1985 el entonces cardenal J. Ratzinger, “la cultura atea del Occidente moderno vive todavía gracias a la liberación del miedo a los demonios que ha traído el cristianismo. Pero si esta luz redentora de Cristo llegara a extinguirse, el mundo recaería en el terror y la desesperación con toda su tecnología, no obstante su gran saber. Existen ya signos de este regreso de fuerzas oscuras, mientras en el mundo secularizado aumentan los cultos satánicos”.

 ¡Que debes hacer ante esta fiesta?


1 de noviembre todos los santos

1º. DE NOVIEMBRE “FIESTA DE TODOS LOS SANTOS”

EXPERIENCIA DE LOS SANTOS
 Los católicos estamos de fiesta porque el 1º. de Noviembre se celebra a todos los santos. Esa es la verdadera fiesta de estos días, celebrar a los monstruos y a las brujas no es de cristianos. Celebrar el día de muertos es una tradición de nuestra patria, y es bueno que como cristianos hagamos oración por nuestros difuntos. 
Pero ¿por qué celebrar la fiesta de todos los santos? ¿quiénes son los santos? Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo. 
Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo. El Don de la Fe es más grande que todos los superpoderes de tus héroes favoritos y además es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a nadie. Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. 

SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS. ¿A qué Santo o santa conoces?, ¿por qué es santo? Hacer una pequeña lista como la de los superhéroes pero de los santos que los niños vayan nombrando. ¿en tu casa hay imágenes de algún santo o santa? ¿sabes cómo vivió, qué hizo para ser santo? ¿En la tele has visto que pongan a los santos?. Vamos ahora a conocer algunos de ellos.

Hace un tiempo hubo un niño llamado Domingo Savio, que desde muy chiquito entendió que ser amigo de Jesús era lo más importante en la vida. El día que hizo su primera comunión, escribió en un papelito: “Mis amigos serán Jesús y María, me confesaré y comulgaré los domingos y días de fiesta, prefiero morir antes que pecar”. Quería hacer la voluntad de Dios en todo. Un día un maestro preguntó en el recreo a todos los niños: “Si supieran que hoy iban a morir ¿qué harían?, uno contestó “correría con mi mamá”, otro dijo: “yo iría a la Iglesia a rezar y a confesarme”, y Domingo dijo: “seguiría jugando porque en este momento esa es la voluntad de Dios”. Era un niño alegre, feliz, porque amaba a Jesús


Santa Teresita, también amaba mucho a Jesús y a María Santísima, tenía muchas hermanas y todas ellas quisieron consagrarse al Señor. Ella siempre supo que todas las cosas pequeñas, oraciones, trabajos, servicios hechos con amor eran lo que agradaba a Dios, un día le dijo a Jesús que ella quería ser su “pelotita” para que el niño Jesús jugara con ella. Cuando recibía la Sagrada Comunión era la más feliz del mundo. Era buena con todos y buscaba hacer favores a las personas que no sabían dar las gracias y eso le costaba trabajo pero se lo ofrecía a nuestro Señor. Rezaba como quien platica con el mejor de los amigos porque conocía muy bien quien era Jesús.




San Agustín fue un gran santo, pero él no siempre se portó bien, hacía sufrir a su mamá con su mal comportamiento, pero su mamá que era muy santa, se llamaba Mónica, rezaba mucho para que su hijo conociera a Jesús, y el día que Agustín encontró a Jesús en su vida se llenó de tanta alegría que ya no quiso nunca más pecar, fue con su mamá y juntos rezaron y dieron gracias a Dios. San Agustín llegó a ser Obispo y tenía tanta confianza en el amor de Dios que le decía: “Señor, nos creaste para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti”. Pensaba y meditaba en las cosas de Dios, escribió muchos libros que ahora en la Iglesia sirven de guía para todos los cristianos. Decía también: “Ama y haz lo que quieras”, porque sabía muy bien, que cuando se ama a Dios sólo harás lo que le agrada.





La Madre Teresa de Calcuta, quiso agradar a Jesús sirviendo a los más pobres, a los que nada tenían, a los que no podían pagar con nada, cuidaba con mucho amor a los enfermos porque decía que en los enfermos más pobres encontraba a Jesucristo. Todas las mañanas asistía a Misa, y comulgaba, para que todo lo que hiciera en el día fuera obra de Jesús. Cuando ya estaba muy viejita, seguía trabajando, hablaba a mucha gente, a los presidentes de los países, a los sacerdotes a personas de todo el mundo y los invitaba a que cuidaran la vida de todas la personas, sobre todo la de los niños. Ella rezaba siempre el Santo Rosario porque así siempre tenía la ayuda de la Virgen María.

Otros santos, han ido a lugares muy lejanos donde no se conoce a Jesús y les enseñan a amar a nuestro Señor, a ellos se les llaman Misioneros, algunos han muerto dando su vida por la fe, estos son los Mártires. 
Otros se han dedicado a cuidar a los enfermos, a los pobres, algunos fundaron colegios para que los niños se educaran y conocieran a Jesús. Otros se han quedado en su ciudad y en su casa pero han hecho la voluntad de Dios y se han mantenido en su amistad. Algunos santos son muy conocidos por todos, pero hay otros que nadie conoce, más que Dios. 
Otros que han estado enfermos le entregan a Jesús todos sus sufrimientos, y así, nos encontramos que aunque los santos no salen mucho en la televisión ni los periódicos nos platican de ellos, están haciendo que en el mundo brille la gloria de Dios. Los nombres que tenemos muchas veces son los nombres de algún santo o santa, son nuestros patronos, por ejemplo San Carlos, Santa Teresa, Santa Cecilia, San Pedro, San Juan, San Alberto etc. 

Los santos, o sea los que ya están en el cielo porque vivieron su bautismo, a ellos se les venera porque son: Modelo: Porque viendo lo que ellos hicieron para ser amigos de Dios nosotros los podemos imitar. Estímulo: Porque ellos, lucharon como ahora nosotros y ya gozan de la herencia a la que también nosotros estamos llamados. Intercesores: Son amigos y hermanos nuestros y grandes bienhechores a quienes podemos recurrir suplicándoles que hagan valer su influencia ante Dios en ayuda de nuestras necesidades.

EXPERIENCIA CRISTIANA

 los santos son aquellos que han sido fieles a su bautismo, que el don de la fe que recibieron lo usaron muy bien. 
El Papa Juan Pablo II nos ha invitado a vivir la santidad muchas veces, él ha llevado una vida de santidad y ha llevado al altar a muchos santos, y nos dice que para ser santos hay que: Orar: Hacer oración, no sólo rezar oraciones de memoria sino poner en ellas el corazón, orar es platicar con Dios. Ir a Misa y comulgar. 
La Misa (La Eucaristía), es el lugar más hermoso del mundo, es como estar en el cielo porque ahí está presente Jesús que se nos da en la comunión.
 La Confesión. Acercaros seguido al perdón que Dios siempre nos da cuando hemos pecado. Así recuperamos su amistad y volvemos a ser felices. 
La Gracia. Confiar en Dios, saber que sólo porque Jesús nos acompaña siempre, podemos ser buenos. 
Escuchar la Palabra de Dios. Conocer lo que Dios nos dice en la Biblia, aprender el catecismo, para hacer lo que le agrada a Dios. 
Anunciar la Palabra de Dios. Ser misioneros, llevar a otros la alegría de encontrarse con Jesús, lo podemos hacer con palabras, con nuestro comportamiento, con nuestra compañía, ayudando a los demás con amor. 
La Santísima Virgen, san José, los apóstoles, mártires y santos todos esperan nuestro triunfo, están atentos a nuestra lucha, no nos olvidan. 

¿Qué crees que puedes hacer tú para ser santo? 

De los santos que platicamos hoy ¿a quien te gustaría parecerte?